Ante más de 100 personas se llevó a cabo la exhibición en Santiago del filme de la historiadora Francisca Durán y el cineasta Roberto Riveros.
Actividad convocó a ex presos políticos y miembros de la Corporación Memoria Chacabuco, así como representantes del Consejo de la Cultura y la Universidad de Santiago.
Un desierto implacable, árido y soleado grafican en pantalla la dolorosa y extrema experiencia vivida en las salitreras de Atacama por los presos políticos del Centro de Concentración Chacabuco. Aquellas son las primeras imágenes del documental “La Resistencia de los metales”, filme de la historiadora Francisca Durán y el cineasta Roberto Riveros que narra a partir de los testimonios de siete ex prisioneros, las condiciones inhumanas de los reclusos y sus mecanismos de sobrevivencia colectiva que debieron impulsar a través de expresiones artístico culturales.
Tras describir lo que significó en primer lugar el operativo de traslado de los cerca de mil doscientos prisioneros políticos que ocuparon el centro de concentración Chacabuco, la historia se detiene en un hecho particular y gatillante: el primer suicidio producto de las torturas físicas y psicológicas de uno de los compañeros. A partir de este incidente, un grupo de presos decide incentivar la práctica de actividades ligadas al teatro, la música y la poesía, entre otras expresiones artísticas, para hacer su particular método de resistencia al interior del campo.
“Hubo compañeros que se resistían de participar de los shows artísticos, porque les parecía que era favorecer al enemigo. Pero era una mirada errada porque tuvimos una oportunidad de sobrevivir y de una manera tremendamente positiva, que fue a través de la sobrevivencia colectiva. Hay tantos episodios que vivimos los presos desde el Estadio Nacional, como el solo traslado en 50 buses hasta el barco, que es como para hacer tres películas juntas”, comentó Alejandro Cid Herrera, ex preso y secretario de la Corporación Memoria durante el conversatorio programado después de la exhibición de la película, actividad que tuvo lugar en el edificio Les Halles de Providencia el pasado 1 de diciembre.
Tras ser exhibida previamente en el Centro Cultural Estación Antofagasta, el filme tuvo su preestreno en Santiago, actividad gratuita que contó con más de cien asistentes entre público general, ex presos políticos –algunos de los cuales presentes en la película-, miembros de la Corporación Memoria Chacabuco, representantes del Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA), y autoridades de la Universidad de Santiago representada por la directora de la Fundación de Amigos y Egresados (FUDEA), Ursula Schulz, y el director de Extensión U. de Santiago Jorge Montealegre, quien fue el encargado de presentar el documental como uno de los protagonistas de la cinta.
Para la realizadora Francisca Durán, la presentación del documental fue un éxito, ya que permitió a los sobrevivientes realizar su propio acto de memoria. “Quedamos muy contentos con la muestra, ya que estábamos frente a un público que, en gran parte, fue testigo de lo ocurrido en Chacabuco, por lo que podía generar discrepancias o molestias. Eso no ocurrió y las personas se sintieron cómodas con este ejercicio de memoria. Fue una presentación muy emotiva”.
Luego de agradecer a los protagonistas del documental por sus valiosos y generosos testimonios, Durán anunció que la película, cuya realización fue posible gracias al financiamiento del Fondart, seguirá durante el año próximo itinerando en distintas salas del país, anunciando una próxima exhibición en la Universidad de Santiago, y otra confirmada para el jueves 6 de abril, a las 19:00 horas, en el auditorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
El preestreno en Santiago fue una actividad organizada en conjunto por el Departamento de Extensión U. de Santiago; Unidad Memoria y Derechos Humanos del Departamento de Ciudadanía Cultural del Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA); Corporación Memoria de Ex Prisioneros Políticos de Chacabuco; y el Instituto de Humanidades de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.