Radicada hace casi 20 años en Chile, la colombiana es una de las pocas mujeres en el país dedicadas a la dirección orquestal. “Los prejuicios de género no son ya problema de las nuevas generaciones y menos de esta orquesta que está cargada de mujeres”, dice sobre la agrupación, a la que dirigirá el próximo 29 de mayo en el Centro Cultural Violeta Parra, con obras de Beethoven, Charles Gnoud y Carlos Isamitt.
Si la Sinfonía n°3, Heroica, rompió los esquemas de la composición clásica y la Sinfonía n° 9, se transformó en un símbolo de la libertad con la conocida “Oda a la Alegría”; la primera Sinfonía compuesta por Beethoven, se caracterizó por ya dar atisbos claros de lo que sería su revolución musical. Estrenada en 1800, al mismo tiempo que el músico se enteraba de su irremediable sordera, la Sinfonía n° 1 se caracteriza por transitar por diversos estados anímicos: es sombría y apasionada en su introducción; tensa y dramática en el Allegro inicial; lírica y serena en los dos movimientos finales.
La pieza del compositor alemán será la protagonista del concierto que la Orquesta Clásica brindará el próximo 29 de mayo a las 19:30 horas en el Centro Cultural Violeta Parra de Cerro Navia, y que será dirigido por la colombiana Paula Torres, quien lleva casi 20 años radicada en Chile. “Estoy entusiasmada y nerviosa porque hace muy poco que estoy frente a orquestas. Ya he tenido experiencias en montajes de óperas de cámara y sinfónicas, pero esta es la primera vez al frente de una agrupación de estas proporciones, más que todo es un honor”, dice la también pianista.
Paula Torres cursa actualmente el Magíster de Dirección Orquestal en la U. de Chile y fue invitada por los mismos músicos de la Usach para que los dirigiera. “Con la orquesta he tenido una relación esporádica. Hace unos años hice algunas asistencias al antiguo director David del Pino y participé en un concierto educativo, así que a varios de los músicos los conozco”, agrega la directora de 46 años.
El repertorio que enfrentará Torres incluye, además de la Sinfonía n° 1 d Beethoven, una obra del francés Charles Gounod (1818-1893), “Pequeña sinfonía para vientos” que abrirá la velada, mientras que el cierre estará a cargo de cuatro piezas incidentales para el “Gato con botas” del compositor chileno Carlos Isamitt (1885-1974), que fueron publicadas por Freddy Chávez, doctor en Música y curador del Archivo Carlos Isamitt Alarcón.
“Dentro de sus formas clásicas, Gounod tiene un manejo muy elegante y logrado de las armonías, la melodía y la tímbrica, que es muy sutil. No dudo que los nueve músicos de viento de la Orquesta Usach brillarán con esta partitura”, afirma la directora. “Con respecto a Isamitt son pequeñas piezas instrumentales, donde incluimos un arpa y un corno inglés que le otorgan otra sonoridad y una verdadera atmósfera de cuento”, comenta Torres.
El concierto en Cerro Navia forma parte del trabajo de extensión que realiza la Orquesta Clásica Usach para llevar música clásica a distintas comunas de la Región Metropolitana y que es financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio bajo el proyecto “Apoyo a Orquestas Profesionales”.
Dirigir con la mirada
Su reciente vinculación con la dirección orquestal ha llevado a Paula Torres a escenarios de Chile, Perú y Colombia trabajando con orquestas universitarias y profesionales. Además Torres se desempeña actualmente como directora titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Región de Coquimbo, perteneciente a la Fundación de Orquestas Juveniles de Chile, labor que combina además con su trabajo de docente en la U. Católica y U. de Chile.
“No es fácil abrirse paso como mujer en este ambiente que es proporcionalmente más masculino y es cierto que hay menos mujeres directoras porque es difícil compatibilizar este trabajo con la vida familiar, pero en mi caso he tenido mucho apoyo de mi marido y de las instituciones donde he trabajado”, comenta Torres. Y agrega sobre la Orquesta Clásica Usach: “Los prejuicios de género ya no son problema de las nuevas generaciones y menos de esta orquesta que es de un espíritu amplio y está cargada de mujeres, todas las cuerdas de cello es femenina. El lenguaje musical supera todas esas barreras con creces”.
¿Cómo describiría su impronta como directora?
Muchas veces se espera que un director musical tenga una personalidad impositiva y severa, pero yo me alejo de esa visión. Creo que en formas tengo una manera más íntima de comunicarme con los músicos, no soy de realizar movimientos tan visibles para el público, sino de entregar una energía a los músicos, muchas veces con una simple mirada. Tanto frente a un coro como a un orquesta, el arte de la dirección está en anticiparse al sonido y de abrir puertas al movimiento siguiente, y en eso soy mucho más de pequeños gestos.
Texto: Denisse Espinoza
Coordenadas
Concierto de Extensión en Cerro Navia
29 de mayo, 19:30 horas
Gounod – Beethoven – Isamitt
Centro Cultural Violeta Parra
Mapocho 7360, Cerro Navia
Entrada Liberada
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