Con la dirección de David del Pino Klinge, el elenco enfrentará este próximo 12 de junio el concierto n°2 para violín de Sergei Prokofiev, de la mano de la solista Ulyana Stsishankova, y la llamada Sinfonía Londres del compositor austríaco. Además se estrenará una partitura del chileno Esteban Correa, creada especialmente para la agrupación.
Al igual que muchos de sus coterráneos, la relación del músico Serguéi Prokófiev (1891-1953) con su natal Rusia fue de dulce y agraz. Considerado un genio precoz del piano, compuso ópera a los nueve años, desarrolló en su juventud una reputación de músico brillante, pero rebelde por sus composiciones originales y disonantes que no seguían la línea rusa clásica, por lo que fue tildado de “niño terrible” de la música. Tras la revolución de 1917, Prokófiev se marcha a Europa y EEUU, durante más de una década donde tiene bastante éxito. Se casa con la cantante española Lina Llubera y vuelve a Moscú en 1936, convertido entonces en “embajador musical”. Un año antes compone para el violinista francés Robert Soetens el Concierto n°2 para violín, que se estrena en Barcelona, y que ya deja entrever el abandono del músico de su extrema radicalidad.
La pieza será el estreno en solitario de la violinista rusa Ulyana Stsishankova, quien es parte hace ya cinco años de la Orquesta Clásica Usach, que la acompañará en este concierto dirigido por David del Pino Klinge, el próximo 12 de junio, a las 19:30 horas en el Teatro Aula Magna. “La había estudiado en el Conservatorio de Moscú, pero esta es la primera vez que la interpreto de manera completa. Es un periodo en que él esta viajando mucho y eso se refleja en su música, las influencias de Francia, España, también esta escribiendo la música para Romeo y Julieta, es una pieza muy romántica y bueno también tiene mucho de ese folklore ruso que también me apasiona”, comenta Ulyana.
El programa del concierto incluye además la interpretación de la Sinfonía 104 de Joseph Haydn, la última de su género compuesta por el austríaco y conocida como Sinfonía Londres, al ser creada en una de sus visitas a la isla. Fue estrenada en el King’s Theatre, el 4 de mayo de 1795 y al término del concierto Haydn escribió en su diario: “La gente estuvo muy complacida, y también lo estuve yo. Me gané 4.000 gulden esa noche. Una cosa así solo ocurre en Inglaterra”.
Amigo de Mozart y profesor de Beethoven, Haydn fue uno de los máximos exponentes del periodo clásico. “Esta sinfonía cierra definitivamente un ciclo para Haydn, está llena de elementos del romanticismo y su sonido es mucho más de avanzada. Cabe decir que Haydn es considerado el padre de sinfonía, ya que fue él quien instauró la estructura de los cuatro movimientos: allegro o sonata, movimiento lento, scherzo y rondo, que es más rápido”, explica el maestro David del Pino.
Nacido en Lima y con una trayectoria de más de 40 años, David del Pino Klinge es un amigo de la casa. Fue director principal de la Orquesta Clásica en 2007 y 2008 y titular entre 2009 y 2010. Además fue director de la Orquesta Sinfónica de Chile, de la Orquesta Nacional de Giorgia, Tbilisi, y de la Camerata de Lima durante 15 años. Actualmente es el director artístico de la Orquesta Sinfónica de Rosario, Argentina.
Sobre el concierto del 12 de junio, del Pino destaca la variedad de las piezas y el estreno de la obra Postrimerías, del compositor chileno Esteban Correa, creada especialmente para la agrupación. “Esta es una de las tres orquestas más importantes de Chile, tiene un alto nivel profesional y además se ha destacado por este afán de dar cabida a los autores locales, lo que es fantástico, ya que es tradición”, dice el director. “Va a ser un concierto muy colorido. Con respecto a la obra de Correa transmite gran serenidad y una especie de inexpresividad, pero con una abundancia de planos sonoros. Si yo tuviera que dar una imagen sería la de dos grandes espejos ubicados frente a frente, donde las melodías se van reflejando y comunicando entre sí, por eso la disposición de los músicos también como en un espejo”, adelanta del Pino.
Balancín musical
Oriundo de La Serena, Esteban Correa (1979) es uno de los compositores locales más importantes de la última década. Dueño ya de un estilo propio, Correa tiene el mérito de tener una carpeta con más de 40 creaciones, la mayoría estrenadas tanto en Chile como el extranjero. Ahora, invitado por el director titular de la Orquesta Clásica, Nicolas Rauss, presenta Postrimerías, título que proviene de las etapas que siguen a la muerte en la religión católica: muerte, juicio, infierno y gloria.
“Llegue a ese título al azar, sin embargo con el tiempo me he dado cuenta que aunque uno pueda tener una relación reñida con la religión o distante, hay una situación cultural, por haber crecido en una ciudad muy católica, que es innegable. En mi música se nota esa influencia del contexto, al igual que el de la geografía”, comenta Correa, quien es académico en la carrera de Licenciatura de Música en la Universidad de La Serena.
La obra de Correa tenía además como pie forzado incluir a todos los instrumentos de la orquesta exceptuando las cuerdas. “Hay algunas piezas escritas así dentro del repertorio orquestal, pero son muy puntuales. Para mí ha sido un desafío y también una motivación, porque te saca del esquema habitual”, dice el músico. “Tuve la idea de ir dividiendo los instrumentos de a pares para ir enfrentándolos, con un sonido que viene y va de izquierda a derecha, como un balancín. La melodía de la obra parte muy lenta, pero a medida que se va desarrollando va cobrando mayor dramatismo”, concluye.
Prokófiev + Haydn + Correa
12 de junio, 19:30 horas
Orquesta Clásica Usach
Solista: Ulyana Stsishankova
Dirección: David del Pino Klinge
Teatro Aula Magna
Av. Ecuador 3659, metro Universidad de Santiago
Entrada liberada
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Más información y programación en www.extension.usach.cl