El Salón de Honor de la Universidad recibió la visita del reconocido poeta Manuel Silva Acevedo. El autor de “Lobos y ovejas”, que el año pasado fue elegido como Premio Nacional de Literatura por el Ministerio de Educación, participó de un íntimo y literario conversatorio junto a funcionarios, estudiantes y destacadas personalidades del mundo literario.
Foto: Alvaro Hoppe / Departamento de Extensión U. de Santiago.
Con la presentación del director del Departamento de Extensión Jorge Montealegre, se dio por iniciado el pasado jueves 17 de mayo el ciclo “Gente de Palabra”, encuentro que abre un espacio para la reflexión y que busca conocer el trabajo de distintas personalidades del mundo artístico y cultural.
Naín Nómez, poeta y académico del Plantel, fue el encargado de conducir la actividad a través de una conversación con el Premio Nacional de Literatura sobre las influencias del escritor y las publicaciones que ha realizado Silva Acevedo. El diálogo tocó diversos aspectos del invitado, destacando aspectos sobre el lugar que ocupa la poesía en torno a la muerte, al ejercicio de escribir y a lo inesperado de comenzar una obra. “Tu sensibilidad te hace percibir, y uno creativamente se entrega a esa influencia sin saber dónde uno va a terminar. Me gusta ser sorprendido por el poema”. Afirmó Silva Acevedo sobre el proceso de escribir.
Parte de la lectura del libro “Al sol y sombra. Selección antológica (1967 -2015)” que reúne poemas de las publicaciones “Perturbaciones”, “Lobos y ovejas”, “Campo de amarte” y “Lazos de sangre” fue el hilo conductor que Manuel Silva Acevedo realizó para adentrarnos a su trabajo y repasar sus letras, que mezclan historias de amor, desgarro, la extinción de las especies, el humor y la carga política entre otros, conceptos narrativos.
Compartimos a continuación un par de poemas de Manuel Silva Acevedo:
Sociedad de mercado
Cuánto valen acaso estos días vendidos,
estos huérfanos días
cuyo solo propósito es hacer un depósito en sangre,
afanados en descontar la deuda
que sin querer contrajimos con la vida.
Días expósitos,
abandonados en el quicio de una ajena puerta.
Desquiciados días
en que de sol a sombra
te desmembras por ganar un pan (agusanado).
Oh!.. sociedad ideal
para ti el pan
y para mí el gusano.
Voluptuoso estío
Me aproximo a la estación del mediodía
al voluptuoso estío que desprende el fruto de la Rama
consume y tiende los pastos amarillo
se incendia los nidos y corolas con relumbre infernal
Me aproximo a la estación del mediodía.
El panteonero echa una siesta entre las cruces blancas.
Tendré sumo cuidado en no sacarlo de su liviano sueño.
Procuraré no ser tomado por esa mano aviesa
que se cierne sobre toda curvatura.
Fotos: Álvaro Hoppe / Departamento de Extensión U. de Santiago