El próximo 3 de julio será el concierto aniversario en el Teatro Aula Magna. La invitada de la velada será la destacada pianista de 84 años Edith Fischer, quien interpretará el Concierto n°5 del autor de la Novena Sinfonía. Se suman dos piezas románticas, una dedicada a San Francisco de Asís del compositor húngaro y otra inspirada en una leyenda celta del alemán autor de la Marcha Nupcial.

Era 1811 y Ludwig van Beethoven ya gozaba de la estatura de genio de la música, por lo que se permitía libertades creativas totales. Fue con ese dominio que enfrentó la composición del Concierto n°5, su última obra para piano dedicada al archiduque Rudolf de Austria, quien fuera patrón y alumno del músico alemán.

Beethoven decidió entonces que prácticamente la pieza no tuviese introducción orquestal, sino que se iniciara sólo con tres acordes interpretados por todos los instrumentos de la orquesta. Cada uno de ellos seguidos por intervenciones del piano solista, breves pero exigentes. El “Concierto n°5” se hizo conocido mundialmente como Concierto Emperador, no tanto por aludir a los títulos nobiliarios, sino a la propia grandeza de la obra y al desafío que le significaba a los pianistas, incluso a los más virtuosos.

El próximo 3 de julio, a las 19:30 horas, la destacada pianista de 84 años Edith Fischer aceptará el reto, interpretando la obra junto a la Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago, en el Teatro Aula Magna, en un concierto que además celebrará los 170 años de la casa de estudios, fundada como Escuela de Artes y Oficios en 1849.

“He tocado conciertos de Beethoven muchas veces, pero nunca éste porque la verdad no me sentía cercana a la obra. Cuando me la pidieron el año pasado y la comencé a estudiar descubrí su tremenda profundidad. Estoy muy feliz de poder volver a tocarla ahora”, dice la pianista Edith Fischer, quien recién el año pasado tocó por primera vez la pieza en un concierto en Talca.

Radicada desde 2006 en Chile, junto a su marido el pianista argentino Jorge Pepi, Fischer tiene una brillante trayectoria iniciada a los 11 años. Catalogada de niña prodigio y recomendada por prestigiosos músicos como el director húngaro Eugene Ormandy, y los alemanes Fritz Busch y Carlos Kleiber, Fischer comenzó su carrera de concertista que la llevó a EEUU y Europa. Fue además la alumna más cercana al maestro chileno Claudio Arrau y sólo siendo una veinteañera ganó el Dinu Lipatti en Londres y el Concurso de Múnich. Hoy Fischer sigue demostrando sus habilidades frente al piano con piezas como el “Concierto Emperador”. “La parte del piano es brillante, pero lo brillante en Beethoven nunca es vacío, no es virtuosidad porque sí. Tiene una fuerza expresiva profunda, la música muestra que se puede triunfar en algo”, comenta la intérprete.

Predicaciones y mitos

El concierto del 3 de julio parte con otra obra de Beethoven, creada el mismo año que el Concierto Emperador, pero rara vez tocada. Se trata de “La Obertura del Rey Esteban”, encargada en 1811 para celebrar al monarca fundador de Hungría en el año 1000. “No es parte del repertorio más habitual, pero para mí la Obertura del Rey Esteban refleja todo el esplendor, la fuerza y la dignidad con la que componía Beethoven y me gusta sorprender al público con partituras menos difundidas”, comenta el director titular de la orquesta Nicolas Rauss.

El programa continúa con “San Francisco predicaba a los pájaros” (1863), del húngaro Franz Liszt (1811-1886), mundialmente famosa por su versión para piano, pero inusual en su versión para toda la orquesta. “Se trata de la partitura original encontrada en Londres en 1971, que en piano es intensa porque se intenta pasar a ese instrumento los sonidos de la orquesta completa. La interpretación que haremos será totalmente original, tanto por su rareza como por rescatar la primera idea que tuvo Liszt”, afirma Rauss.

Compositor imaginativo y visionario para su época, Franz Liszt fue conocido por una vida llena de excesos que tuvo un vuelco radical tras la trágica pérdida de dos de sus hijos: decidió entrar a la orden franciscana. La obra refleja su época más espiritual, donde compone dos piezas, una inspirada en la vida de San Francisco de Asís y otra en la de San Francisco de Paula, conocidas como “Leyendas”. La primera de ella se interpretará en el concierto aniversario. “Esta pieza es como un poema. San Francisco predicando es encarnado por un profundo y calmo corno inglés, mientras los sonidos de los pájaros se reflejan en los violines. Todo se vuelve un apasionado diálogo”, grafica el director suizo.

Antes del gran final que dará Edith Fischer con Beethoven, los músicos tocarán una partitura de Félix Mendelssohn: “Obertura de la Bella Melusina” (1834), otra obra llena de poesía musical y fantasía evocativa, inspirada en los cuentos fantásticos de un hada-princesa, quien una vez a la semana cambia de forma para volverse sirena. De origen celta, la historia aparece en el siglo XIV en la novela de Jean D’Arras donde también se narran los amores de Melusina con el caballero Lusignan. Musicalmente, los clarinetes se lucen con un inicio escurridizo, que serviría de inspiración (algunos dirían que de plagio) para el “Oro del Rhin” de Richard Wagner, otro amante de los mitos románticos. “Mendelssohn escribe muy bien pero a nivel de inspiración es más bien irregular, sin embargo en esta pieza es absolutamente poético. La imaginación y la delicadeza de los sentimientos en las notas son realmente muy especiales”, resume Rauss.

Texto: Denisse Espinoza

Concierto de Aniversario 170 años U. de Santiago
Miércoles 3 de julio, 19:30 horas

Orquesta Clásica Usach
Solista: Edith Fischer
Teatro Aula Magna
Av. Ecuador 3659, metro U. de Santiago
Entrada liberada
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