El grupo de música antigua presentará obras relacionadas con el culto religioso a la Virgen María, que muestran el sincretismo entre la música europea y la cultura de los pueblos originarios. El concierto se realizará el miércoles 23 de agosto (19:30) en el Teatro Aula Magna y se repetirá el lunes 28 en el Festival de Música Colonial que tendrá lugar en la región de Coquimbo.

Syntagma Musicum Usach. De izquierda a derecha: Jaime Carter Gonzalo Cuadra, Hernán Muñoz, Rodrigo Díaz, Paulina Mühle-Wiehoff y Franco Bonino. Foto: Pablo Selman.

“Hanacpachap cussicuinin” es una frase en quechua que se puede traducir al español como “Alegría del cielo”. También es el título de una música creada hace unos cuatro siglos, la primera pieza polifónica cuya partitura se publicó en América, que en pocos minutos simboliza cómo la cultura de los pueblos originarios se infiltró entre la música europea y la religión impuesta por la colonización española.

Lleno de simbolismo y aún de misterios, ese himno dedicado a la Virgen María y editado en 1631 por el sacerdote Juan Pérez Bocanegra en la antigua Ciudad de los Reyes (la actual Lima) abrirá el próximo concierto de Syntagma Musicum: El culto mariano en el Barroco americano es el título del programa, que se podrá escuchar este miércoles 23 de agosto (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna Usach. Las entradas son gratuitas y se encuentran en el sistema Portaltickets.

Esa ocasión, sin embargo, no será la única: el grupo de música antigua lo interpretará también el lunes 28 de agosto (20:00 hrs.) en el Teatro Municipal de La Serena, en el marco del III Festival Internacional de Música Colonial que organiza la Fundación Villanueva, que se desarrollará entre el 25 y el 29 de agosto. La entrada para esa presentación es liberada.

“El ‘Hanacpachap’ es una marcha procesional, un himno a la Virgen, pero muchos de los términos que usa para asociarse a la religión católica fueron tomados de la mitología inca. Es sincretismo puro”, subraya Franco Bonino, director de Syntagma Musicum Usach. “Se asocia la Virgen con la fertilidad de la tierra y no es que ella ayude a que la tierra sea más fértil, sino que ella es la tierra fértil”.

Eran piezas musicales que solo podían brotar en un continente donde la devoción por la figura de María tenía especial fuerza. Amalgamado con las tradiciones locales, ese personaje se volvió más importante de lo que ya era: “El culto de la Virgen en Europa, muy presente en el catolicismo, es bien particular, porque se relaciona con antiguos cultos mediterráneos a deidades femeninas de la fertilidad, cosa que no pasa con el protestantismo. Cuando llega a América, eso se refuerza con las deidades femeninas como la Pachamama, acercando su culto a niveles de divinidad. La fiesta de la Natividad de María, el 8 de septiembre, era en América tanto o más importante que la Navidad el 25 de diciembre, por ejemplo, y la Virgen aparece frecuentemente representada en una figura triangular, como una montaña”, detalla Franco Bonino.

Syntagma Musicum en un concierto junto al Coro Madrigalista Usach. Foto: Mila Belén.

 

En sus 45 años de existencia, Syntagma Musicum Usach se ha distinguido por un trabajo que no solo contempla la interpretación de música medieval, renacentista y barroca, sino también por la investigación sobre los contextos y las fuentes de las que proviene esa música. En esa línea se enmarca el concierto dedicado al culto mariano: “Es fascinante cómo ciertos fenómenos culturales se van reinventando y resignificando”, dice el flautista y director del conjunto.

De esta manera, la veneración por la Virgen se reflejará en más de una docena de piezas, compuestas por músicos europeos cuyas obras circularon en América, como el italiano Leonardo Leo y el español Santiago de Murcia, y otros que directamente cruzaron el Atlántico: el también italiano Roque Ceruti, por ejemplo, vivió en Lima, mientras que su compatriota Domenico Zípoli llegó a las misiones jesuitas de Paraguay y luego se estableció en Córdoba, Argentina.

Otras piezas que forman parte del programa son de autores americanos, como el mexicano Juan de Lienas, o los anónimos creadores cuya música se preservó en el Archivo Musical de Chiquitos, en Bolivia. Aun así, reflejan el cruce de culturas y conflictos que se produjeron durante la colonización. De “Zuipaqui Santa María”, por ejemplo, se conocen dos letras radicalmente distintas: “La versión en lengua indígena es amorosa, con una Virgen acogedora, obviamente para que la escuchen los indígenas. En cambio, el texto en latín es absolutamente bélico y la Virgen es una especie de general de los ejércitos divinos. En esos dos mensajes para la misma pieza se puede resumir lo que fue la historia de la dominación española acá”, concluye Franco Bonino.

 

 

Programa

Juan Pérez Bocanegra (1598-1645)
Hanacpachap

Juan de Lienas (1617-1654)
Coenantibus autem illis (instrumental)

Anónimo chiquitano – Siglo XVIII
Sonata II
[Adagio] – Allegro – Minuet: grave – Presto

Anónimo – Siglo XVII
“Al niño Dios la Virgen”

Santiago de Murcia (1673-1679)
Los imposibles
Grave – Cumbé, para guitarra
Pasacalle por la G (arreglo de Alejandro Vera)

José de Torres (1670-1738)
“Salve a nuestra señora”

Domingo Zípoli (1688-1726)
Canzona [primi toni], para clave

Roque Ceruti (1683-1760)
“Cantada a la Purísima Concepción”
Recitativo – Allegro – Recitativo – Allegro

Leonardo Leo (1694-1744) – Manuscrito de la Catedral de México
Cuatro solfeos para violín y B.C.
Alla francese – Allegro – Largo – Allegro

Anónimo Chiquitano
“Zuipaqui Santa María”

Syntagma Musicum Usach
Jaime Carter: clave
Gonzalo Cuadra: canto
Hernán Muñoz: violín barroco
Rodrigo Díaz: guitarra barroca
Paulina Mühle-Wiehoff: cello barroco
Franco Bonino: flauta dulce y producción musical

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